La música es una sucesión de tonos y combinaciones de éstos organizada de tal manera que produzca una impresión agradable en el oído y es comprensible su impresión en la inteligencia... Estas impresiones tienen el poder de influir en las partes ocultas de nuestra alma y de nuestras esferas sentimentales y esta influencia nos hace vivir en el país del ensueño de deseos cumplidos o en un infierno soñado.

La música es un todo mayoritario que une a las personas haciendo que estas compartan sentimientos y emociones experimentando el sabor de un conjunto de sensaciones en el cerebro.

Da igual el grupo, el estilo o la época. La música ha sido la única capaz de parar grandes guerras y crear grandes manifestaciones artísticas en las que personas de cualquier etnia o religión unen sus almas, dirigidas hacia una sola diosa temporal capaz de callar al corazón más ruidoso, agrandar al más pequeño o romper el cristal que rodea uno.

La música es la única capaz de entendernos antes de que nosotros mismos lo hagamos, la única capaz de transportarnos a un planeta lleno de tranquilidad mientras el nuestro sigue girando.

Si por algo merece la pena vivir es por experimentar durante la eternidad la sutileza y la belleza de la música en tus oídos sintiendo así su expresividad y libertad.

Hasta una persona puede encarnarse en un sí bemol repitiendose en tu cabeza con una canción que sonará dentro de ella durante innumerable tiempo.

Porque la música seguirá existiendo cuando nosotros ya no estemos, pero ¿Qué seríamos nosotros entonces sin ella?