¿Y si me vuelvo inexpresiva? Y si me confundo con una muñeca de porcelana que mira inmóvil y atónita el paso del tiempo, viendo como la admiran o simplemente la estrellan contra el suelo haciéndola añicos. Porque…qué más da, sólo está hecha para ocupar una estantería o hacer sacar una sonrisa a un niño para que después vuelva a meterla en su cajita y se decide a sacarla, tal vez más tarde que temprano, soplando el polvo del tiempo acumulado. Quizás el tiempo pase, el niño crezca y confunda la falda de volantes y encajes con un paño de lágrimas mientras la muñeca sigue, inexpresiva, mirándole a los ojos fingiendo que nada pasa. Total, ella “lleva volantes para mentir”.
Hay quién se siente aliviado teniendo en sus estanterías este tipo de juguetes o piezas de colección. Y hay quien sólamente la usan y después la abandonan, metiéndola en una caja y dejándola en la habitación mas oscura, arriba, colacada en una estantería.
Oh! soledad, dime si algún día habrá entre tú y el amor buena amistad..
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