miércoles, 24 de agosto de 2011

Por estas fechas hace tres años, ya te conocía. Éramos los dos unos críos, pero tú aún más que yo. Y sinembargo, me encantabas. Eras de los pocos que dejabas huella allí donde pasabas.
Tu dulzura me cegaba, y mi inocencia entonces te encantaba.
Fuiste el primero y el único hasta ahora. Y quizá, si tu inconsciencia no te hubiese delatado ahora podrías estar leyendo canciones regaladas, por el día de tu cumpleaños.

No sé cuántos días de aquel año obcecado detecto que aún no te has dignado
a cumplir con la cita inaudible. Y me alegro... y me enfado a la vez.
Sentencio lo nuestro, diciendo que el fallo más grande pasó por guardar solamente
los días más gratos y olvidar los demás.
Mirarte de frente. Admito en voz alta, que no pocas veces he sido tentada en coger mi esperanza y lanzarla sin más a la fosa común donde yacen los sueños, que nos diferencian.

2 comentarios:

  1. me encanta tu blog,y como escribes..me encanta!
    te sigo,vale? pasate por mi blog si tienes un momentín :)

    ResponderEliminar
  2. Lanzar la esperanza a una fosa común!?

    Tremendo! =)

    Muá

    ResponderEliminar